Cena post-navideña, pillé a mi hermanastra en su habitación, lista para jugar a Santa.Ella se bajó el cierre y compartíamos un intercambio de mamadas caliente, nuestros cuerpos se entrelazaron en un revolcón navideño áspero y amateur.El clímax pillado en cámara nos dejó a ambos satisfechos, tradición navideña que vale la pena repetir.