Cuando Antonia Sainz, una belleza tentadora, se lanza a los botones al baño, su delicioso pecho de 21 años la llama a la vista de su acompañante.Incapaz de resistirse al atractivo de sus atributos naturalmente rebotantes, la habitación se enciende con un encuentro acalorado, sin dejar ningún accesorio de plomería intacto.