En un mundo de pecado y vicio, un hombre era pillado por el acto de ponerle los cuernos a su mujer.Las señoras, armadas con sus teléfonos móviles, lo rastreaban hasta la cuna de su ama.Lo confrontaban desnudándolo, obligándole a soportar la humillación y el placer, repartiendo justicia con sus poderosas herramientas.